Desarrollo de los bebés gorilas

Después de un embarazo que dura en promedio 257 días, cercano al promedio de los humanos que es de 265, las gorilas hembras suelen dar a luz en menos de media hora y sin sentir un gran dolor al parecer. Sin embargo, los partos difíciles ocurren y pueden tardar hasta tres días.

Los nacimientos de gemelos se producen aproximadamente en la misma frecuencia que en los seres humanos, pero las madres que se desarrollan en hábitats naturales de libertad por lo general no plantean partos gemelares.

Características de los bebés gorilas

Gorilas occidentales recién nacidos pesan entre 1,4 y 3,1 kilogramos, menos que el peso promedio de un bebé humano recién nacido. Esto resulta curioso pues mientras las hembras y machos adultos de gorilas pesan aproximadamente entre dos y tres veces más que los seres humanos promedio, sus bebés recién nacidos son sólo las dos terceras partes del peso de sus homólogos humanos.

Como otro rasgo de los bebés gorila, puede decirse que son muy indefensos, debido a que no pueden coordinar sus movimientos y ven muy poco, al igual que los bebés humanos. La piel de la cara es relativamente clara, mientras que las palmas y las plantas de manos y pies suelen mostrar patrones pálidos irregulares en una piel oscura.

En muchos lugares del cuerpo de las crías el vello corporal es muy escaso, y el pelo más largo y denso lo tienen en la cabeza.

Como los bebés humanos recién nacidos, los gorilas jóvenes muestran reflejos instintivos como la búsqueda del pezón y el reflejo de apego. Este último está mucho mejor desarrollado en los gorilas porque los bebés tienen que ser capaces de aferrarse al cuerpo de la madre sin ayuda. En general, los bebés gorila son cuidados por su madre durante al menos dos años.

Tras entre cuatro y seis meses de nacido, el bebé empieza a poner partes de las plantas-alimento en su boca y las muerde ligeramente. A los ocho meses ya son capaces de ingerir alimentos sólidos con regularidad, aunque no es hasta los tres años que empiezan a independizarse porque su madre da a luz a otro bebé. No obstante, la madre y los hijos mayores mantienen una relación fuerte.

Comportamiento social y madurez sexual

Desde su primer día de vida, el bebé es parte del grupo. Bajo la protección y el control de la madre crece lentamente en la comunidad. Tan pronto como la madre permite a los demás acercarse a su hijo, los restantes miembros del grupo acuden a olfatear al nuevo integrante, tocarlo y conocerlo.

Tiempo después, cuando el joven gorila comienza a moverse lejos de su madre, los otros animales aprovechan la oportunidad para hacer contacto con él o ella. Por lo general, los gorilas adultos sostienen, transportan y acicalan, limpiando y “peinando” el pelo del bebé, mientras que los gorilas jóvenes tratarán de jugar con ellos.

Cuando las gorilas hembras alcanzan la madurez sexual, desarrollan un ciclo hormonal similar al de las hembras humanas. Gorilas de montaña femeninos pueden ovular por primera vez cuando están cerca de los ocho años de edad, pero por lo general la primera ovulación ocurre en el décimo, mientras que las gorilas en cautiverio por lo general alcanzan la madurez sexual más rápido, a veces en su sexto año.

Al llegar a la edad adulta, las hembras suelen dejar el grupo en que nacieron y se unen a un nuevo socio. En la elección de los machos, pueden ser bastante particulares, ya que pueden transferirse de un grupo a otro varias veces antes de establecerse con un macho espalda plateada de forma definitiva.

En gorilas machos, la pubertad se extiende durante varios años, hasta que se convierten en un espalda plateada, despliegan enormes dientes caninos y desarrollan otras características sexuales secundarias. La edad exacta en que los machos alcanzan la madurez sexual no se ha podido determinar con exactitud, aunque en cautiverio, en ocasiones, los individuos con poco menos de siete años de edad ya resultan fértiles.

Por poner un ejemplo más objetivo, machos de gorilas de montaña se han desarrollado completamente en aproximadamente 15 años de edad.

Llegado el momento de la madurez, y al igual que las hembras, los machos por lo general dejan el grupo. Después de salir de este, a menudo se quedan por su cuenta hasta que se unen a sus propias hembras y conforman su unidad social o grupo.