Depredadores de los gorilas

Los gorilas no tienen muchos depredadores naturales pero pueden ser víctimas ocasionales de leopardos y otros felinos salvajes, y cocodrilos, animales con los que se encuentra debido a la continua reducción y fragmentación de los hábitats. No obstante, el principal depredador de todas las subespecies de gorilas es el ser humano.

Leopardos y cocodrilos

Los leopardos son criaturas audaces cuando se trata de encontrar presas, aunque a menudo no ganan contra los gorilas fuertes. Sin embargo, a veces capturan gorilas enfermos que son demasiado débiles para luchar y gorilas jóvenes que han sido separados de sus madres.

En las regiones de tierras bajas como pantanos, los gorilas de vez en cuando enfrentan problemas con los cocodrilos. Estos lagartos de gran tamaño pueden infligir heridas graves que hacen que sea difícil para los gorilas la recuperación. Aunque no es muy común, los cocodrilos a veces pueden derrotar y matar a un gorila débil.

Humanos

Como dijimos en la introducción, los seres humanos matan a un gran número de gorilas. Esto lo hacen por su carne o para exhibir partes de su cuerpo como trofeos de caza.

Algunos gorilas también son capturados por redes y trampas que las personas preparan para otros animales, pero la mayor parte son cazados por personas inescrupulosas que los capturan para la diversión, a pesar de que la actividad se considera ilegal en la mayoría de los lugares.

Los cazadores matan a veces grupos de gorilas para atrapar a los jóvenes. Por lo general, venden los pequeños a los parques zoológicos y laboratorios de investigación, que experimentan con ellos.

En cada grupo de gorilas, el macho dominante tiene la responsabilidad de proteger a los demás. Si ve amenazada su unidad social, él agresivamente protegerá al grupo y será capaz de poner su vida en peligro. Otros machos también luchan cuando es necesario, mientras que las hembras permanecen cerca de los jóvenes.

Los gorilas se dice que son capaces de crear armas mediante el afilado de palos con sus dientes para elevar sus posibilidades de supervivencia.

Otras acciones humanas que depredan o reducen las poblaciones de gorilas indirectamente, son el auge económico de actividades como la minería de recursos disponibles en el hábitat natural de la especie, y la degradación o fragmentación de este para el empleo de la tierra como terrenos agrícolas o de asentamientos.

Esto ha obligado continuamente a la especie a recluirse en espacios geográficos más pequeños, en los que no existe una disponibilidad alimentaria idónea para la conservación y reproducción de la especie a los ritmos necesarios como para que no engrosen la lamentable lista de animales en peligro crítico de extinción.